La ansiedad es la respuesta de nuestro organismo que se manifiesta a partir de algunos de estos síntomas: palpitaciones, taquicardias, presión en el pecho, nervios en el estómago, dolor de cabeza, inestabilidad, sensación de mareo, insomnio, pensamientos intrusivos, problemas para respirar, sudoración, temblores, náuseas, entumecimiento de los músculos del cuerpo, sensación de “volverme loca” y de perder el control, hormigueo…
El problema viene cuando se vive bajo la ansiedad, interfiriendo en tus actividades cotidianas y suceden en momentos “fuera de peligro aparente” (por ejemplo, tomando el sol, paseando con una amiga, descansando en la noche antes de ir a dormir, estudiando, trabajando, etc.). Es como si se hubiera “desajustado” el baremo del peligro y ya todo te activa… pasó de ser una voz de alerta que nos ayuda a que nos cuidemos, a un potente malestar emocional en el que todo es cada vez más y más grande, con mucho ruido mental en forma de pensamientos veloces, provocándote una mente agitada y ansiosa.
¿Cómo se arregla? Entendiendo que tu cerebro pretende ayudarte, que él nos quiere explicar algo sobre ese momento ansiógeno, y hay que descubrir que es. Te viene bien confiar en ti, en tu sabiduría, en tu camino, en la vida y en las decisiones que tomas, viviendo en el presente desde la calma, priorizando tu autocuidado. Te animo a vivir conscientemente en el aquí y ahora que es el único momento real que tenemos, es un regalo y por eso se llama presente.
Si ya estás practicando vivir en el presente te felicito y te animo a seguir en ese camino, y si quieres que te acompañe a entender mejor tu ansiedad te felicito por animarte a escucharte en terapia, ¡es la mejor forma de conocerte a ti mismo/a!, ¡Puedes escribirme un WhatsApp suelo contestar rápido!